martes, 6 de marzo de 2012

Aunque termines hoy en mi cama.

Qué inconformidad. Tantas mujeres veo pasar, cuantas más por aquí y por allá, frente a mi, quieren caminar. Nada, ni yo, parece ser suficiente, todo es uno menos (¿o uno más?). Ni siquiera la chica del cabello y los ojos claros parece ser suficiente, ni aunque me mire de reojo, ni si me pide una referencia, ni si termina hoy en mi cama. Porque ahora todo es menos y es más, porque ahora conozco los acentos. Oh, dios, qué inconformidad.
Y ahora yo miro, y somos unos cínicos, moscas muertas. Sólo es emoción sexual, sólo eres una chica con uniforme sensual, y, lamentablemente, ese es tu único talento. Maldito infierno de inconformidad.
Y también porque aunque esta noche nos revolquemos, mañana la volveré a amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario